Detrás de las fórmulas de INNER hay un gran trabajo de especialistas en el área que seleccionan cada uno de los ingredientes con mucho cuidado mediante un largo proceso de investigación científica. Conocé las propiedades y beneficios de cada componente en nuestras fórmulas:
El ácido hialurónico es una sustancia sintetizada de manera natural por el organismo, que tiene la capacidad de retener hasta 300 veces su propio peso en agua. Esto lo convierte en un aliado clave para la hidratación y elasticidad de la piel, ayudando a suavizar arrugas, líneas finas de expresión y a mantenerla firme, luminosa y saludable.
Gracias a su gran poder hidratante, también favorece la lubricación de las articulaciones y la salud de todos los tejidos conectivos, siendo beneficioso en distintas etapas de la vida, como la recuperación después del embarazo.
A partir de los 25 años, puede ser relevante su suplementación como estrategia preventiva para mantener los niveles adecuados de hidratación. Luego de los 40 años, es fundamental compensar la pérdida natural para reducir signos visibles del envejecimiento.
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Es una proteína esencial para la estructura de la mayoría de los tejidos y órganos del cuerpo, ya que les otorga elasticidad y flexibilidad.
Con el paso de los años, la producción de colágeno disminuye, generando pérdida de firmeza en la piel, aparición de líneas de expresión y debilitamiento del cabello y las uñas.
Es por esto que, a partir de los 25 años, se vuelve relevante su suplementación (especialmente en su forma hidrolizada, que permite una mejor absorción), favoreciendo la regeneración celular y ayudando a mantener la piel firme, elástica y con una apariencia más juvenil.
También contribuye a la salud ósea y articular, reduciendo el riesgo de desgaste y promoviendo la recuperación muscular.
Para la mujer, es un gran aliado en diferentes etapas de la vida. Durante el embarazo y posparto, ayuda a la recuperación de la piel y los tejidos, mientras que después de los 40 años, su suplementación puede ser clave para mantener la densidad ósea y la hidratación de la piel.
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La vitamina C es un potente antioxidante que fortalece el sistema inmunológico, combate el
daño oxidativo causado por los radicales libres (compuestos que se forman por procesos
metabólicos y factores externos que ocasionan daño celular) y la salud de las articulaciones y
tejidos conectivos, además de contribuir a la cicatrización de las heridas y reparación celular.
Además estimula la producción de colágeno, que unido a su acción antioxidante, la hace un
gran aliado en el cuidado de la piel, ayudando a mantenerla luminosa y protegida del
envejecimiento prematuro.
También favorece la absorción de hierro, lo que la convierte en un nutriente clave para
prevenir la anemia (un problema habitual en mujeres con menstruaciones abundantes) y la
fatiga (especialmente importante en mujeres +40).
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La vitamina A es una vitamina liposoluble que se encuentra naturalmente presente en los alimentos y es importante para la visión normal, el sistema inmunitario y la reproducción. Además, ayuda al buen funcionamiento del corazón, los pulmones, los riñones y otros órganos. Existen dos tipos: El primer tipo, la vitamina A preformada, se encuentra en la carne vacuna, carne de ave, pescado y productos lácteos. El segundo tipo, la provitamina A, se encuentra en frutas, verduras y otros productos de origen vegetal. El tipo más común de provitamina A presente en los alimentos y los suplementos dietéticos es el betacaroteno.
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La vitamina E es un nutriente liposoluble presente en muchos alimentos. En el cuerpo, actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres; compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía entre otras actividades. Las personas también están expuestas a los radicales libres presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta. El organismo también necesita la vitamina E para estimular el sistema inmunitario a fin de que éste pueda combatir las bacterias y los virus que lo invaden. Ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos de sangre en su interior. Además, las células emplean la vitamina E para interactuar entre sí y para cumplir numerosas funciones importantes.
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N-Acetil Cisteína (NAC)La NAC ayuda a reponer el glutatión, posiblemente el antioxidante más poderoso del cuerpo. Por lo tanto, puede mejorar una variedad de condiciones de salud. Es valorada principalmente por su papel en la producción de antioxidantes. Junto con otros dos aminoácidos, la glutamina y la glicina, la NAC es necesaria para hacer y reponer el glutatión. El glutatión , ayuda a neutralizar los radicales libres que pueden dañar las células y los tejidos del cuerpo. Es esencial para la salud inmunológica y para combatir el daño celular.
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Té VerdeEl té se ha utilizado con fines medicinales en China y Japón durante miles de años. Se promueve como bebida o suplemento dietético para mejorar el estado de alerta mental, aliviar los síntomas digestivos y los dolores de cabeza y promover la pérdida de peso. El té verde y sus componentes, incluido el 3- galato de epigalocatequina (EGCG), se han estudiado por sus posibles efectos protectores contra enfermedades frecuentes.
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Es esencial para numerosas funciones en el organismo, incluyendo el fortalecimiento del
sistema inmunológico, la producción de proteínas y ADN. Su acción antioxidante ayuda a
proteger las células del daño oxidativo y a reducir la inflamación, fundamental especialmente
luego de los 40 años, cuando este daño es más evidente, ayudando a mantener la salud de la
piel y la densidad ósea.
Además interviene en la regulación hormonal, mediante la producción de estrógenos y
progesterona. Su deficiencia se relaciona con ciclos menstruales irregulares, síndrome
premenstrual y caída del cabello. Es un aliado en la fertilidad y durante el embarazo, es
esencial para el desarrollo del bebé.
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CobreEl organismo usa cobre para llevar a cabo muchas funciones importantes, como producir energía, tejidos conectivos y vasos sanguíneos. El cobre también ayuda a mantener el sistema nervioso y el sistema inmunitario y activa los genes. El organismo también necesita cobre para el desarrollo del cerebro.
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SelenioEl selenio es importante para la reproducción, la función de la glándula tiroidea, la producción de ADN y para proteger al cuerpo contra infecciones y el daño causado por los radicales libres
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CobreEl organismo usa cobre para llevar a cabo muchas funciones importantes, como producir energía, tejidos conectivos y vasos sanguíneos. El cobre también ayuda a mantener el sistema nervioso y el sistema inmunitario y activa los genes. El organismo también necesita cobre para el desarrollo del cerebro.
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EldelberrySon ricas en antioxidantes, especialmente flavonoides como las antocianinas, que ayudan a fortalecer el sistema inmune. Estos compuestos estimulan la producción de citoquinas, que son fundamentales para la respuesta inmunológica. Además colabora con la salud cardiovascular, al mejorar la circulación y reducir el estrés oxidativo. Actúa como un apoyo natural contra el estrés y la fatiga, y puede favorecer la salud digestiva asociada a estos síntomas.
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Es una planta adaptógena que ayuda al cuerpo a manejar el estrés, gracias a sus compuestos
activos (rosavinas y salidrósidos), que equilibran neurotransmisores como la dopamina y
serotonina. También reduce la inflamación y el estrés oxidativo, aumenta los niveles de
energía (ATP y creatina) y mejora la función cognitiva, siendo especialmente útil para combatir
la fatiga y la falta de concentración durante el climaterio.
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Es esencial para numerosas funciones en el organismo, incluyendo el fortalecimiento del
sistema inmunológico, la producción de proteínas y ADN. Su acción antioxidante ayuda a
proteger las células del daño oxidativo y a reducir la inflamación, fundamental especialmente
luego de los 40 años, cuando este daño es más evidente, ayudando a mantener la salud de la
piel y la densidad ósea.
Además interviene en la regulación hormonal, mediante la producción de estrógenos y
progesterona. Su deficiencia se relaciona con ciclos menstruales irregulares, síndrome
premenstrual y caída del cabello. Es un aliado en la fertilidad y durante el embarazo, es
esencial para el desarrollo del bebé.
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Planta adaptógena que contribuye a regular el peso corporal gracias a su contenido de ácido
hidroxicítrico (HCA), que modula el metabolismo lipídico, bloqueando la conversión de
carbohidratos en grasas. Esto reduce la acumulación de tejido adiposo y ayuda a disminuir el
apetito al influir en las señales que regulan el hambre.
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Es una de las vitaminas más importantes para el bienestar hormonal femenino, ya que
participa en la síntesis de neurotransmisores como la serotonina, la melatonina y la dopamina,
ayudando a mejorar el estado de ánimo. Además, contribuye a reducir síntomas como la
irritabilidad, la ansiedad y la fatiga mental, frecuentes durante el climaterio.
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Además de ser esencial en la síntesis y reparación del ADN, también desempeña un papel clave
en el equilibrio hormonal de la mujer. Ayuda a mantener niveles adecuados de estrógenos, lo
que contribuye al alivio de síntomas del climaterio, como los sofocos. Además, participa en la
formación de glóbulos rojos y en la prevención de la anemia, común en esta etapa.
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Es rico en ácidos grasos esenciales, especialmente en ácido gamma-linolénico (GLA), un tipo de
omega-6 poco común en el reino vegetal. Este compuesto es precursor de prostaglandinas, las
cuales intervienen en la regulación de hormonas femeninas como estrógenos, progesterona y
prolactina, aliviando síntomas como los sofocos y sudores nocturnos, y mejorando también
trastornos hormonales, depresión, ansiedad, e incluso la salud de la piel y los síntomas
premenstruales. También tiene potentes propiedades antiinflamatorias, lo que lo convierte en
un gran aliado para la mujer, contribuyendo al alivio de síntomas asociados a la infamación
propia del climaterio.
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El triptófano es un aminoácido esencial que el cuerpo utiliza para producir serotonina, la
hormona clave del bienestar emocional. También se convierte en melatonina, fundamental
para el sueño, y en niacina (vitamina B3), lo que lo hace especialmente versátil. Aunque
compite con otros aminoácidos para llegar al cerebro, su acción es integral: ayuda a mejorar el
estado de ánimo, regular el sueño, controlar el apetito y reducir la frecuencia de migrañas.
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El 5-HTP es un compuesto derivado del triptófano y se encuentra un paso más cerca de
convertirse en serotonina, sin competir con otros aminoácidos para atravesar la barrera
hematoencefálica. Esto lo hace más eficiente para elevar los niveles de serotonina en el
cerebro. Su uso contribuye a mejorar el estado de ánimo, reducir ansiedad, insomnio, antojos
alimentarios y los síntomas asociados a migrañas, actuando de forma más específica en el
sistema nervioso.
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Tanto en forma de óxido como citrato, participa en más de 300 reacciones enzimáticas
esenciales para el cuerpo. El citrato tiene una mejor absorción, mientras que el óxido es
valorado por su efecto laxante. Ambos tipos de magnesio tienen efectos directos sobre el
sistema nervioso, los músculos, la salud ósea, y la digestión, lo que lo convierte en un aliado
para aliviar varios síntomas del climaterio, incluyendo ansiedad, insomnio, calambres
musculares y problemas óseos.
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Su alto contenido de antioxidantes como las antocianinas, fortalecen el sistema inmunológico,
combaten el estrés y la fatiga. Su acción antiviral y antiinflamatoria las convierte en un
excelente apoyo para prevenir y aliviar síntomas de resfriados y gripes, siendo un
complemento ideal en momentos de mayor demanda inmunológica, como el ciclo menstrual,
el embarazo o el climaterio. Además el aumento en la producción de citoquinas, favorece la
salud cardiovascular mejorando la circulación y disminuyendo el estrés oxidativo.
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